Bitácora personal de Fátima Portorreal

Archivo para May, 2009

Una oligarquía depredadora en los Haitises. Despidiéndome de la Cueva de Gumersindo.

Por Fátima Portorreal.
25 de mayo 2009

cueva de gumersindo

En una visita reciente al poblado de Gonzalo me enfrenté al panorama tétrico de lo temible: dos humedales sucumben y un nuevo manantial aflora producto de las perforaciones de las retroexcavadoras que rompieron el nivel freático en el centro donde actualmente están trabajando en “pos del desarrollo y del progreso de los Haitises”. ¿A qué nos enfrentamos hoy?, a un informe ambiental que rechaza el proyecto y un estudio de impacto ambiental que tal parece nos muestra que sólo es un paraje yermo, pues así lo comentan las autoridades estatales pertinentes.

Conozco a los/as técnicos/as que realizaron el estudio y hasta hoy reconozco su seriedad. No han permitido el acceso al documento, pero qué realmente pasó con el estudio?; presentaron un análisis ambiental de alternativas?, se logró realizar un buen análisis de interesados que muestre a los distintos actores que forman parte del conflicto, tomando en cuenta inclusive a los/as ambientalistas de la zona y los que están fuera del área?. ¿Se evaluó el impacto arqueológico y espeleológico de la zona?. Son muchas las interrogantes que cualquier ciudadana se hace en tales circunstancias sobre todo cuando presenciamos la envergadura del conflicto.

Indagando en el Museo del Hombre Dominicano, pregunté a su Director Juan Rodríguez si los consultores ambientales que realizaron el estudio referido informaron sobre el arte rupestre en la cueva de Gumersindo y otras áreas de interés arqueológico que se encuentra muy cercana al proyecto de la cementera en Gonzalo. Su respuesta fue contundente: ¡mí pregunta fue la que le informó de la situación!. Sorprendida no estoy, por la forma de cómo se han manejado las autoridades al respecto del conflicto.

Estamos presenciando múltiples violaciones a los reglamentos y procedimientos establecidos. Con la destrucción de la Cueva de Gumersindo se estaría violando la Ley No 564, la que designa al Museo del Hombre Dominicano como el único que está facultado para realizar cualquier estudio si así aparecieran restos arqueológicos. También se viola el artículo 101 de la Constitución vigente, la ley 41-00 que crea la Secretaria de Estado de Cultura y la ley No 64-00 que protege las cuevas en áreas protegidas.

¿Se descalabra el sistema de áreas protegidas? O es una nota más de un acorde incongruente de las autoridades. Ahora la famosa cementera se llevará consigo la Cueva de Gumersindo para hacernos olvidar la memoria histórica de nuestros ancestros.

Tal parece que los Haitises no solo es una cuestión de pajaritos o hierbas que se mueven tras los pasos del desarrollo. ¿Qué le pasa a la vieja y rancia oligarquía dominicana?, también nos quieren quitar el canto del Inriri (carpintero) en los páramos de Gonzalo y tierras aledañas de los Haitises. Tenemos antecedente de daños a cavernas, del mismo consorcio que pretende saltar en pedazos la caliza de los Haitises, pues explota este recurso en la zona del El Pomier. Ya se daño la Cueva Furnia No. III, la cual quedó fuera del polígono de protección por los daños que sufrió tras la explotación minera.

Aquí va una pelota más a la canasta de Leonel Fernández Reina. Acompañados estarán los oligarcas de la cementera por 12 petroglifos antropomorfos de 26 y 8 centímetros de alto, una pictografía en negro ornitomorfa (representación de un ave) que se encuentra a 12 metros de la boca Oeste y otras todavía no estudiadas (Domingo Abreu, 2009). Ni la presencia de los indios se quedó fuera del juego, como tampoco las golondrinas de cuevas (Petrochelidon fulva), los murciélagos, los guabas (Amblipígidae sp) y las arañas.

¡Se escuchará ahora el mayohuacan (tambor arawaco)! para anunciar los areitos de protesta. Llamo a Uxmatex (Cacique de los Haitises), Caonabo, Enriquillo, Anacaona y espero que nos de la mano, la Diosa Guabancex (huracán) para que aletee sobre los cimientos de la cementera. Qué dice usted señor ministro, ¿perderemos la Cueva de Gumersindo?.
antropóloga

*La autora es Arqueóloga y Miembro del Consejo de Ancianos/as Guabancex, Viento y Agua.

El control de las semillas y el colapso de la soberanía alimentaria Haití en Manos de Monsanto

Por Iván Salcedo.

Hace unos cuatro meses habíamos denunciado el peligro de la escasez de semillas en Haití por la demanda de alimentos de los/as refugiados/as tras el colapso de las ciudades haitianas después el seísmo del 12 de enero.

En esa ocasión se proponían planes para abastecer con semillas de variedades locales comunes y bien adaptadas a los trópicos. Además, se denunció y condenó la presencia de la Compañía Monsanto por su intento de introducir semillas modificadas genéticamente, ya que afectan la biodiversidad de múltiples especies, debilitan la producción de semillas locales quitando fuerza a los/as pequeños/as productores/as de alimentos y controlando el mercado de semilla.

Ahora es un hecho que la empresa Monsanto donó a los haitianos “las semillas de la muerte» o mejor conocida como transgénica; el obsequio que transformará los bosques isleños y producirá un desastre ecológico y social. Este regalo asciende a 475 toneladas de maíz, y 2.067 kg de semillas de hortalizas entre la que se destacan las semillas de repollo, berenjena, zanahoria y molondrones, entre otros.

En Haití es conocido que dicha compañía había intentando entrar por diversos medios con agentes pagados que trabajan en el sector agrícola, por medio de las empresas de fertilizantes o directamente agenciando con miembros del gabinete del Presidente Preval. Pero la gran oportunidad se va a presentar en octubre del 2009 cuando se aprueba un acuerdo con la Agencia para el Desarrollo de Los Estados Unidos (USAID). En este convenio, no se tocó la introducción de los transgénicos, su interés fue promover un acuerdo para realizar grandes inversiones agrícolas y con ello fortalecer al sector y en especial a las comunidades rurales pobres del país.

Esto fue importante para la empresa Monsanto, pues le facilitó la base donde pudieran anclarse y poder introducir su tecnología de la muerte. El desastre económico y la hambruna que se generó tras el seísmo fueron aprovechados por la empresa Monsanto para promover el macabro regalo que amenaza no sólo la soberanía alimentaria haitiana, sino también la dominicana.

La empresa Monsanto unida con la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) y el Ministerio de Agricultura bajo el proyecto WINNER da un paso fundamental para que las regiones de Gonaïves, Kenscoff, Pétion-Ville, Cabaré, Arcahaie, Croix-des-Bouquets y Mirebalais se comiencen a sembrar transgénico.

La introducción de semillas ‘Round-up Ready’ no está amparada por la ley, pero si existe un acuerdo entre el gobierno y dicha compañía. La propuesta que tiene el Ministerio de Agricultura haitiano es sembrar 65 mil hectáreas de tierra en los departamentos ya mencionados.

Las organizaciones campesinas haitianas: Movimiento campesino Haitiano (MPP), Movimiento de Pequeños Campesinos (TET KOLE, PEYIZAM AYISYEN y MPNKP) están opuesta a la introducción de organismos genéticamente modificados en Haití. Para ellos proponen junto con Veterinarios sin Fronteras crear una red nacional que rescate las semillas locales y se promuevan la producción de semillas orgánicas.

Afirman las organizaciones campesinas haitianas y dominicanas que se oponen al mercado de semillas transgénicas en el Caribe. Y rechazan los organismos genéticamente modificados que promueve la Secretaria de Estado de Agricultura en República Dominicana y el Ministerio de Agricultura de Haití.

La introducción de organismos genéticamente modificados, puede afectar el mercado de productos orgánicos de ambos países por los daños que provoca a los ecosistemas naturales y a la biodiversidad.

La Articulación Nacional Campesina Dominicana denuncia que en los campos dominicanos se están introduciendo semillas de tomates y de maíz en la zona de Azua, por tal motivo rechazan tajantemente la introducción de organismos genéticamente modificados, ya que esa nueva tecnología hará desaparecer las semillas locales, destruirán los sistemas de manejo de semillas, empobrecerá a los/as pequeños productores/as de alimentos y llevará a la mesa productos que pueden afectar la salud de las personas que los consumen, provocando alergias y otros problemas de salud, tal como ha pasado en México y otros países de nuestro continente americano.

Decimos un no rotundo a las instituciones estatales de agricultura de ambos países que comprometen la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. Poniendo no solo en riesgo el futuro de nuestras sociedades, sino también el de nuestro planeta.

•Fátima Portorreal es antropóloga dominicana.