Bitácora personal de Fátima Portorreal

Archivo para abril, 2017

Guerrillero de la Memoria”, Comandante Hamlet Hermann

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Fátima Portorreal
Te márchate querido Comandante, estoy huérfana de ti. A dónde se irán tus fuerzas que limaste en la Cordillera Central. Acaso eres ese abuelo solariego que emboscará a los muchachos entre los montes y ríos de Valle Nuevo, suplicando acciones y palabras contra un sistema degradante y limitante como es el capitalismo isleño. Será tú, el ejemplo que levantará la resistencia contra estos bastardos de la historia republicana. O te quedará como polvo histórico dentro de los anaqueles de los archivos citadinos,

Hoy estoy triste, Hamlet, pues en este último acto íntimo con tú muerte, me acercas a la expresión que tantas veces te dijeron, “No te Mataron Guerrillero” sin saber que estabas herido para siempre. No te abandonó nunca esa memoria de tu cuerpo, la desobediencia, la mirada deseante y ese anhelo por construir una sociedad más justa, responsable y que logrará poner límites, a tanta concentración de riquezas, consumo exacerbado, degradación ambiental, desigualdad social y encubrimiento de los ladrones del erario público.
Hoy te escribo entre lágrimas, eres el “Guerrillero de la Memoria” un desobediente libertario que se “echó al monte” contra los fascistas republicanos y que no serás el último.
Eres ese trozo de memoria, apóstata del peledeísmo ilustrado, que cruzaba las calles de Santo Domingo, diciéndonos que todo trayecto desde la punta de Cabo Cabrón hasta los lindes fronterizos conformaban un territorio de pertenencia colectiva y no de unos pocos agentes de los avernos. Eres hombre, guerrillero, un abuelo de la resistencia, que buscaba la libertad y el compromiso con la vida.

Hamlet, amigo, tu trozo de vida y ejemplo es camino de opciones. Tú, el guerrillero, demostraste que no podían domesticar ni sujetar tus ideas. Hoy te escribo entre lágrimas, eres el “Guerrillero de la Memoria” un desobediente libertario que se “echó al monte” contra los fascistas republicanos y que no serás el último. Hasta siempre Comandante.

La electrificación de la Cueva de Pomier. Un mal presagio

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Fátima Portorreal

Para mi sorpresa acabo de leer un artículo periodístico señalando que el Presidente Danilo Medina ordenó la electrificación de la Reserva Antropológica Cueva de Pomier, a la distribuidora de Electricidad Edesur, además de un destacamento para proteger el entorno de las cuevas, entre otros.
No conocía el interés del presidente en asuntos espeleológicos, ni del estado de todas las cavernas y memorias históricas de nuestros ancestros originarios, pues todo el sistema de patrimonio nacional está prácticamente abandonado a su suerte, desde el Museo del Hombre Dominicano, hasta las plazas ceremoniales, cuevas, abrigos rocosos y asentamientos arqueológicos. Nunca antes, la República Dominicana había desmantelado y mostrado poco interés por la protección de su patrimonio cultural.

Me agradan sobremanera sus inclinaciones científicas de salvaguardar el patrimonio y los legados de nuestros pueblos originarios. No obstante, quiero informarle al presidente Medina que cualquier intervención a restos arqueológicos o antropológicos, sean cuevas, registros dibujados y esculpidos, están regidos por leyes especiales, que en su medida tienen facultad para proteger y decidir sobre tales patrimonios. La ley 41-00 del Ministerio de Cultura y la ley 64-00 del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Ambas se tienen que consultar para cualquier intervención; ya que dicha área Complejo de Cueva de Pomier tiene una doble situación: es un área protegida y además un patrimonio cultural de suma importancia para el país y el mundo.
Toda propuesta de intervención en una cueva como el complejo Pomier, conllevaba estudios previos y la estabilización y preservación de los cortes arqueológicos, sus riquezas pictográficas, sus petroglifos, las medidas de conservación y actuaciones que sobre estos recursos se pretenden conservar y proteger.
Está claro para muchos expertos y expertas que las intervenciones en arqueología tienen que ser sopesadas, analizadas, debatidas y expuesta a la comunidad científica que la trata y analiza directamente. Ya en la historia de la humanidad se tienen muchas pérdidas del patrimonio arqueológico con las intervenciones alocadas y sin ningún miramiento científico, un ejemplo lo que ha pasado con las Cuevas de Altamira y de Lascaux, entre otras.
La cueva No 1 de Pomier, ni todo el complejo de cuevas que la conforman pueden ser intervenidos con un sistema de alumbrado, que no sea para unos momentos muy particulares de interés científico y por breves momentos en visitas guiadas. Está analizado hasta la bastedad que la exposición prolongada a luces por focos, ayuda a la proliferación de microorganismos que crecen al calor de la luz y se comen la pintura y dañan el patrimonio. No queremos perder, la Reserva Antropológica Cuevas de Pomier, localizada en la Provincia de San Cristóbal.
Es importante que usted, señor Presidente Danilo Medina conozca que todas las cuevas con pintura rupestre reciben una carga de visitantes cuyos focos de luces y su mal uso, ponen en peligro e impactan el frágil ambiente de dichas cavernas. No estamos dispuestos/as a perder esas maravillosas pictografías, aproximadamente 590, de las Cuevas de Borbón. No se puede electrificar este patrimonio.
No conozco a los asesores del presidente Medina, pero quiero creer en la buena fe y su admiración por el patrimonio. No aceptamos la instalación de un sistema eléctrico, porque eso dañaría el patrimonio arqueológico y perderíamos el legado dejado por los pueblos originarios de nuestra isla.
El presidente Medina, debe acercarse a los expertos/as e instituciones correspondientes para que le expliquen con detalles sobre los peligros de dicha intervención. Ahí está la firma hecha en el Siglo XIX por quien reportó esta cueva, el cónsul inglés Sir Robert Shomburgk. Nuestros ancestros están presentes en la memoria de este pueblo. El diálogo está abierto señor Presidente.

Herejes y nefandos bajo la colonialidad Repúblicana

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Fátima Portorreal

Revisitar el pasado es un recurso que permite inspeccionar el ámbito de lo cotidiano, los discursos y las bases de la materialidad de la sociedad. Y recurro a esa memoria a sabiendas que el Estado moderno se consolido sin romper el pacto con los grupos de la clase dominante hatera y las fuerzas que instauraron la moral desde la colonia hasta hoy, en este caso, la iglesia católica. En la colonia de Santo Domingo se definió un orden que poco se ha modificado, a pesar de los procesos de ruptura con el derecho castellano y la conformación del Estado/nación.
La narrativa moral de la mayoría de los clérigos y el Estado, como también de los hombres y mujeres de “buenas costumbres” era y es amar apasionadamente la quietud del cielo cristiano, la sacralidad de las reliquias eclesiásticas y el goce que florece bajo las uniones monogámicas y heterosexuales, aunque al anverso retozan y frotan con otros cuerpos en las murallas y edificaciones de la vieja ciudad.
La Ciudad de Santo Domingo y sus aledañas fueron gobernadas por un grupo pequeño de clase alta, los blancos peninsulares y criollos de ascendencia española. Esa élite administró y explotó bajo un sistema esclavista de producción, a los originarios africanos y arahuacos, los cuales conformaban un número muy superior al suyo. Y bajo “la égida” de su poder esa minoría se amparó en la cristiandad para iniciar un proceso civilizatorio que instauró un orden violento, el cual transformó: lo étnico, los cuerpos y su mirada.
Su plataforma principal fueron las jurisprudencias castellana y la Santa Biblia, pues también el Dios cristiano se asemejaba al Rey y salvaguardaba la Corona, o posteriormente a la República. Estos dos discursos fueron la zapata de las alocuciones constitutivas que consolidó el poder patriarcal, en su versión clerical, monástica o republicana. Y por supuesto esto bajo a la base, la plebe común.
A decir de Garey, 2002, el sistema colonial convirtió al pueblo llano, las masas trabajadoras esclavizadas en tributarios, despojándolos de sus individualidades como personas o grupo étnico/cultural. Esto por igual, siguió su curso, sin provocar cambios, bajo la pantomima republicana. Ellos, “los privilegiados de Dios”, se inventaron una nueva identidad, la cual se muestra explícitamente como memoria del blanco europeo. Se legitimó la cristiandad, como sinónimo de buenas costumbres y deberes ciudadanos. Los republicanos cristianizados olvidaron el pensamiento de los liberales ilustrados y se apapacharon con la iglesia hatera y feudal. Prefirieron al joven Diderot, en su vieja carta sobre “Los ciegos para uso de los que ven”, y permanecieron allí atrapados en el vestido purpurado. No obstante, las masa analfabeta de trabajadores y trabajadores negros/as y mulatos/a, mestizos que aparentemente fueron vencidas, continuaron en su marginalidad con resabio y resistencia, en los recovecos y bordes de la cultura.
La invención de la identidad nacional fue el artificio de las élites coloniales del siglo XIX y de su proyecto político basado en el hurto, chantaje, corrupción, violencia y en los actos piadosos de fe contra todo aquello que se consideraba diverso o distinto. Se persiguió a los herejes, y a lo que practicaban el pecado nefando. En lenguaje llano, a todo aquel que buscará el placer sin orden y mantuvieron relaciones con personas del mismo sexos que no llevaran de manera directa a la posibilidad de la reproducción, fin último de todo acto sexual. El acto nefando era irremediablemente un pecado.
La autoridad doctrinal española atada a los principios de los blancos y “la Casa del Padre” mantuvo un discurso que sometía a la “Justa Guerra” (esclavitud o muerte) a los herejes y homosexuales, es decir aquellos que osaran renegar de la fe o mancharan los ideales y prácticas que atan a la carne, especialmente, las consideradas nefandas. Vicios que solo se le adjudicaba a los grupos originarios o creyentes que no eran tan rigurosos y que están subyugados al cuerpo material. Lo nefando era un pecado grave por no colaborar con la creación.
En este campo, todo lo que refiera a la poliginia masculina, la homosexualidad, lesbianismo y transexualidad se opone al ideal hegemónico del arquetipo de castidad y pureza que vende e impone el cristianismo, tal como se práctica en la República Dominicana hasta hoy.
Los republicanos juraron a la obediencia y legislaron los cuerpos, la maternidad y los actos. Los pecados públicos se abrieron y se legislo para controlarlos. El Modelo made in Spain, es lo que marca la modernidad y el proyecto colonial en Santo Domingo. Todo acto o comportamiento sexual que transgreda la moral cristiana, ya por gustarle ayuntar entre sexos iguales, se convirtió en una transgresión social y en un pecado público. Por tales afrentas se podría juzgar tanto en la tierra como en los cielos.
En el mundo colonial ser hereje u homosexual se pagaba con la misma moneda. Los castigos variaban, en las diferentes colonias, pero en Santo Domingo, se estreno el tribunal de oficio morales y religiosos, la Santa Inquisición. Este tribunal fue nombrado y ratificado en el 1519, Su competencia abarcaba varios tipos de delitos tales como: delito de blasfemia, reniego, brujería, magia, pactos demoníaco, astrología, horoscopías, adivinación, quiromancia, y otras artes mánticas, sortilegio y empleo de oraciones vanas, los delitos del cuerpo, como la práctica del pecado nefando (sodomía), bigamia, amancebamiento, lenocinio, incesto, adulterio, entre otros.
Los castigos serían diversos y oprobiosos. El tribunal inquisitorial tenía la facultad para disciplinar el cuerpo mediantes azotes, burlas, prisión, expulsión de la comarca o ciudad, exilio y la muerte por medio de la horca. Los castigos más severos lo recibían las mujeres, las brujas y la sodomía. Eran repudiados y perdían el parentesco divino que equivalía al exilio social y físico y a la muerte. La colonialidad impuso su sello y continúo hasta nuestros días.
En la actualidad, el Observatorio de Derechos Humanos para personas vulnerables planteo que urge una ley antidiscriminación o de igualdad de trato para sancionar a quienes discriminan las personas por su orientación sexual. En el 2015 se reportó 40 casos de violencia, discriminación y detención contra las personas (lesbianas, Gays, transgenero, bisexuales, entre otros) tanto en Santo Domingo como en Santiago. Por igual durante los primeros meses del 2016 varios grupos religiosos y particulares han desatado una campaña contra el Embajador de los Estados Unidos el señor James Wally Brewster por su preferencia sexual.
Las variopintas predicas de teólogos, religiosos y gente de la calle sobre el pecado nefando son las mismas que se argumentaban hace 500 años en la colonia de Santo Domingo. Se utilizaron sermones, manuales de confecciones y se reclamaba desde el púlpito de la iglesia contra todo aquellos que violaran el pudor cristiano. El tabú del esperma representó, la afrenta contra los ideales y valores de la familia monógama, la heterosexualidad y la reproducción organizada a través del matrimonio católico. Dos hombres, o dos mujeres no se reproducen, no gozan de sexualidad, pues la sodomía es de animales o propias de grupos sociales inferiores por la debilidad de su carne. Por esos legislaron para someter a las mujeres, exterminar a los infieles y construir un proyecto social y cultural homogenizante. Esa pequeña élite sigue sosteniendo el poder, sin cambiar sus narrativas. El estatus de honorabilidad y moralidad lo constituye un cuerpo limpio de deseos nefando, pues el cuerpo mismo designa prestigio social.

Ana María. Yo también soy memoria.

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Fatima Portorreal y Maribel Núñez

Metodología

Los fondos documentales que se encuentran en el Archivo General de la Nación fueron revisados para obtener la data que sirvió de base para la realización de este cartel. Nos servimos de otros medios de informaciones como son el internet y archivos digitales. Recabamos información de archivos privados y fuentes particulares. La revisión se realizó bajo el ordenamiento narrativo con lo que fueron descritos por los supuestos actores y los que lo interpretaron posteriormente.

La mirada del documento
La historia no es contada por l@s que fueron “vencid@”. Las referencias y documentos que tenemos sobre la Rebelión de Boca Nigua ha sido narrada por los cronistas, obispos, y hombres blancos del siglo XVIII. Los detalles de la rebelión se recogen en cartas que se intercambiaron: obispo, oidores, gobernadores y funcionario de la plantación. Toda la información se basa en los debates que se dieron entre esos distintos observadores que tenían intereses contrarios a los esclavos y esclavas. Y de las interpretaciones de historiadores e historiadoras republicanos que tienen una mirada desde una perspectiva contributiva que se limita a resaltar la presencia de las mujeres o de los actos de resistencia.
La distorsión es patente en estos relatos históricos. Y a partir de esas narrativas traemos un valor cognitivo que nos aporta un dato importante, la trama de la experiencia tenía que resaltarse para que ese discurrir histórico que entra en el campo de “Lo Real” exprese un punto de vista Moral, el cual se expresa en el amotinamiento, la sublevación y el castigo. La validez de las afirmaciones no pueden ser probadas, pero si podemos señalar que dentro de estos eventos históricos o afirmaciones hay una combinaciones de órdenes y es la de reafirmar el poder patriarcal, eclesial y colonial de los deseos, aspiraciones, angustias de la clase esclavista de Santo Domingo colonial.
El contexto histórico
Los acontecimientos se desarrollaron en el marco de una sociedad esclavista que estaba pasando por un proceso de empobrecimiento y vicisitudes por el tipo de economía que se sustentaba la colonia de Santo Domingo en el siglo XVIII, fundamentalmente el hato ganadero y la producción del tabaco en el Cibao y sus angustias por el tratado de Basilea. La producción de azúcar en una menor medida, no era el sustento de las clases dominantes, no obstante existían plantaciones de caña de azúcar que continuaban el comercio azucarero en el sur de la isla. Llama la atención que había más personas en condición libre en la producción de tabaco y en el hato ganadero. Mientras que la aristocracia colonial de Santo Domingo muy cercana al sur, en especial a San Cristóbal trataba de mantener en pie las plantaciones de azúcar con sus extensiones de esclavos y esclavas en grandes propiedades territoriales. Y es en esto espacios de sometimiento permanente en el que se monta la rebelión y a la cual ellos refieren como funestas y muy similar a la de Haití.

Se habla de esclavos haitianos que desertaron de la revuelta e intentaron delatar a los esclavos sublevados. Se da siete años después de la revolución francesa y la declaración de los Derechos humanos, entonces llamados del hombre y tres años después de proclamarse la abolición de la esclavitud de Saint Domingue y un año después del tratado de Basilea (se cedió la Española a Francia el 4 de agosto de 1795). El tratado de Basilea marca una decepción para los vecinos españoles y sus propiedades se tenían que trasladar a Cuba, Puerto Rico o España. Mucho no pudieron recuperar sus propiedades.

Los historiógrafos e historiografías dicen que los vecinos de la Española tenían mucho miedo por las ideas revolucionarias de la parte oeste de la isla.

Se había producido un levantamiento el de los tres franceses en Samaná, en el 1795.

La plantación
El ingenio de Boca Nigua estaba dirigido por un español llamado Bautista Oyarzábalas tenía dos sistemas claramente definido, la producción agrícola de la caña de azúcar , con sus estancias para la producción de alimentos y la estructura industrial donde se fabricaba el azúcar. Localizado en el poblado de Nigua tenía una dotación de 200 esclavos. Se consideraba una plantación establecida, dejaba buenos recursos a sus dueños y que estaba bien gobernada.
Quién fue Ana María

En el relato se muestra como la esposa que lucho al lado de marido Antonio Carretero. Se dice que se coronó reina y que se vistió para la ocasión en la celebración del triunfo de los esclavos insurrectos. Se relata que se vistió para la ocasión.

No se dice que peleo contra los blancos, solo que fue cómplice del esposo y que fue ahorcada y descuartizada como castigo mayor. Recibiendo el castigo que se le dio a los sublevados que participaron activamente en la revuelta. Lo que cabe suponer que ellas también tomo las armas, formó parte del complot y diseño junto a los otros las estrategias de resistencia. En los documentos coloniales, la participación de las mujeres queda marginada y no se le llama por su nombre por la pérdida de la honra, para el caso de las mujeres blancas y libres. En este caso era una mujer esclava.

Otra versión expresa que participó activamente en la revuelta y que se ofreció para matar por sus propias manos al administrador de la plantación.

Relatos de los acontecimientos

Se narra que ocurrió entre el 30 y 31 de noviembre de 1796. En la plantación de Boca Nigua. Los negros y negras asaltaron la casa principal y aprovecharon el domingo, especialmente la hora dada para la oración y la distribución de plátanos. Esto es importante porque toda la población esclavas bajo las leyes españolas se le pedía que fueran llevadas a la misa o actividades religiosas para guardar el domingo. Se usaron las armas de los esclavos y la que adquirieron en la escena, como los cañones, espadas y municiones que estaban en la plantación. Se relata que fueron dos esclavos Tomas Congo y Francisco Sopo, este último muy amigo del administrador de la plantación. Quien supuestamente huyo de la revuelta.
El grupo sublevado consiguió el apoyo de Antonio Carretero y Ana María, quienes participaron activamente en la revuelta.
Contradicciones del relato
• Unos dicen que mataron al administrador, otros que este pudo huir con ayuda de negros y negras. Otra referencia dicen que pudo salir el día antes a la ciudad de Santo Domingo y no se encontraba presente bajo los hechos.
• Otras referencias que el enfrentó a los negros.
• Dicen que dos negros por no entrar en el desorden informaron sobre el complot y escaparon del ingenio.
• Dicen que los blancos se salvaron, especialmente los que dirigían la plantación, porque pudieron huir de la rebelión.
• Otros mencionan a tres haitianos que desertaron y trataron de llevar la información a Santo Domingo.
• El arzobispo de Santo Domingo Fray Fernando Portillo dice que el suceso no revestía de la gravedad que las autoridades le dieron. Y que en la colonia no había tantos ingenios que provocaran una rebelión que socavara las base de la esclavitud.
• El Gobernador Joaquín García mostró sorpresa por la sublevación.
• Otras autoridades consideraron que de haber triunfado la rebelión hubiera sido funesta como la ocurrida en Haití.
Actores y actoras involucrados
Estos son los nombres que se recogen en las cartas revisadas y documentación citada.
1. Francisco Sopo. Despensero del ingenio y vinculado con las ideas y acciones que fomentaron la rebelión
2. Antonio Carretero
3. Pedro Viejo alias Papa Pier
4. Tomás Aguirre o Tomas Congo
Ana María, esposa de Carretero. Supuestamente se declaró reina y participó activamente en la rebelión.
5. Tres negros haitianos. Figuras que aparecen en los documentos, pero de la cual no se tiene nombres.
6. Peti t Juan
7. Pedro Viejo
8. Benito. Esclavo que se suicido y supuesto amante de Francisco Sopo.
9. Francisco. Esclavo que murió en el hospital y ahijado de Francisco Sopo.
10. Bautista Oyarzábalas. Administrador del ingenio Boca Nigua.
11. Pedro Abadía. Capataz que castigo al esclavo Benito.
12. Simón Iriarte. Encargado de la fabricación de azúcar.
13. Fray Fernando Portillo. Arzobispo de Santo Domingo.
14. Manuel Bravo. Oidor de Santo Domingo.
15. Urizar. Gerente de la Audiencia de Santo Domingo.
16. Don Antonio Collar. Un hacendado vecino.
17. Joaquín García. Gobernador de Santo Domingo.
18. Antonio Barba. Español.
Estrategias de lucha según relatan los blancos
• Emboscada
• Saquearon la casa principal
• Se apoderaron de las armas y municiones.
• Usaron los cañones y repelieron a las tropas ofensivas de los españoles
• Se organizaron militarmente y se otorgaron grados militares entre ellos.
• Establecieron unidades de infantería y caballería.
• Quemaron las plantaciones.
Grupos étnicos
No hay referencia del grupo étnico de los sublevados, sólo tenemos el nombre de un negro llamado Tomás Congo. Tradicionalmente se le colocaba el lugar de procedencia y algunos lo llevaban de por vida. Se habla de tres esclavos franceses, como referencias que procedían de Haití. No se conoce su grupo étnico. Y puede ser que se incluyeron en los relatos como ficción para “arreglar” la historia y exalta la gravedad del hecho y la posible influencia de la revolución haitiana.
La celebración por la revuelta
• Realizaron una fiesta en la que todo el mundo bebió y se emborracho.
• Ana María se coronó como reina en esa celebración.
• Ana María se vistió para la ocasión y se le dio el trato de Reina.

Tropas que atacaron a los sublevados
• Tropa del regimiento de Cantabria;
• Tropa del Batallón fijo de Santo Domingo;
• Vecinos blancos de las comarcas vecinas;
Que hicieron los rebeldes
• Se apoderaron del ingenio;
• Repelieron el ataque de los blancos con armas pesadas;
• Quemaron los plantíos de cañas;
• Liberaron los esclavos;
• Y cuando se vieron acorralados huyeron por el sur a la zona de Azua, San Juan de la Maguana y antiguos manieles.
Castigo que recibieron los sublevados
• Se le aviso a otros colonos de distintas zonas para que apresaran los negros y negras insurrectos;
• Fueron ahorcados y descuartizados el 1 de diciembre de 1796;
• Las cabezas y partes del cuerpo fueron expuestos en lugares públicos;
• Ana María fue ejecutada de la misma forma que los otros varones insurrectos;
• Lo que tuvieron menor participación fueron azotados públicamente y se le obligó a servir en el ingenio por diez años encadenados pie y cuello.
Repuesta de los esclavos frente a las muerte de los insurrectos
Según la opinión del gobernador Antonio García el día del ajusticiamiento, tuvo que tomar medida para evitar que la mayoría de la población negra manumitida, esclava no provocaran un desastres. Relata que las protestas fueron abiertas y que estaban adherido a la idea de libertad y de igualdad como los franceses.
Bibliografía:

Esteban Deive: “La esclavitud del negro en Santo Domingo”, vol. 11. Santo Domingo, Museo del Hombre Dominicano, 1980, p. 471. 10. “Sublevación de negros de la Hacienda de Boca Nigua”. AGI. Estado, 5B, No. 202, p. 5. 115.

Quisqueya Lora, “El sonido de la libertad: 30 años de agitaciones y conspiraciones en Santo Domingo (1791-1821).

Darío Solano: “Boca de Nigua: una parada obligada en la ruta del esclavo”. La Ruta del Esclavo, Comisión Nacional Dominicana de la Ruta del Esclavo.

Margareth Solange Frías Coca: “La Rebelión de los Esclavos en el Ingenio Boca de Nigua en 1796”, AGN/FLACSO T-0008, Abril 2015. AGN 052267- AGN

Víctor Eddy Ruiz B.

Fotos:
1- Simbología de rostro de Ana María tomado de la red y trabajada artísticamente por Maribel Núñez. Fotos acá del artista del lente Fortunato.
Conclusiones:
Mirando hacia el pasado hay que preguntarse por cuáles razones histórica lo que la escriben y marcan el curso de la misma se han empeñado de invisibilizar a las mujeres negras y al movimiento rebelde de negros y negras. La historiografía tradicional expresa abiertamente que la esclavitud en la colonia de Santo Domingo fue débil y que no puede ser comparada con la esclavitud de otras partes del continente. Plantean que había armonía entre amos y esclavos. A decir de estos relatos escritos por la clase dominante blanca y esclavista y posteriormente republicana, estos acontecimientos no son relevantes o no tuvieron repercusiones en las mentalidades y las acciones de los negros y negras esclavos de la colonia de Santo Domingo durante cuatrocientos años. Se hace evidente que las ideas esclavistas todavía perduran en la historiografía tradicional y en las mentalidades de los educadores y educadoras.

Hay que preguntarse por qué la rebelión de Boca Nigua es desconocida, el papel de una mujer como Ana María es poco acreditado como rebelde, sino se la quiere dibujar como frívola o no se le incluye en la historia. La historia de los vencidos no se cuenta. El modelo de poder colonial da su versión de los hechos y se pierde en la memoria de los tiempos los acontecimientos que se desarrollaron en las plantaciones esclavistas de la colonia de Santo Domingo.

Recuperar a Ana María es rescatar y revalorizar su papel en la insurrección de Boca Nigua y en la resistencia antiesclavista. Conmemorar la gesta de Boca Nigua es recuperar la memoria. Hoy Ana María, la negra esclava se libera del yugo de las desmemoria. Ana María es una negra libre y se corona bajo los estandartes de la emancipación.

Informe sobre Avances en el Derecho a la Alimentación

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