Bitácora personal de Fátima Portorreal

Archivo para septiembre, 2009

Acogerse al miedo inaugura a la Nueva Constitución

Mujer sentenciada a lapidación en Irán.

 Mujer sentenciada a lapidación en Irán

El 17 de septiembre del 2009, bien entrada la noche los /as asambleístas tomaron el despejado camino hacia el cielo, acompañados de fanfarrias y con mayoría aplastantes entonando un credo inmaculado, votaron a favor del Artículo 30 en el que se debate el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte. ¡Qué sabiduría la del altísimo! Apoyarse en un grupo de asambleístas dotados/as de todas las virtudes teologales y de una fe impecable para someter a las mujeres a la obediencia, las que en la alegoría cristiana representan la causa del pecado original.

¡Quéinteresante ver a nuestros/as asambleístas ataviados de una supuesta razón jurídica para justificar el retroceso constitucional basado en los actos y afecciones cristianas! Hoy presenciamos un Estado que se deshace de los carteles democráticos y de los derechos reproductivos de las mujeres. La disposición se sostiene en argumentos morales que menosprecian a las mujeres y en una doctrina de la huída.

¡Qué disposiciones morales puede argüir el gobierno de Leonel Fernández Reyna para explicarnos a las dominicanas sobre el retroceso constitucional que nos despoja de nuestros derechos reproductivos! Qué argumentaciones podrán justificar que la Constitución del 1916 diseñada por los ocupantes norteamericanos es más avanzada que la propuesta por su inmaculado gobierno. Acaso puede la moral aristotélica responder sobre los peligros que se cierne en las mujeres cuando se embarazan, ¿quién decide el Estado, la iglesia o la mujer?

En República Dominicana la nueva Constitución inaugura el temor que lo turba. Un escenario que toma el cuerpo de las mujeres y lo convierte en un signo dedicado a conjurar la castración. Lo curioso de este significante es que los /as asambleístas lejos de estar relacionados con el ardoroso deseo de proteger la vida se acogen al miedo. Qué ironía, las próximas elecciones congresuales y municipales del 2010 son las que marcan las respetables creencias de los impugnables actos punitivos contra el cigoto. La consumación liquido todos los límites y ya no hay dudas, la representación de los /as dominicanos/as quedo en manos de cobardes.

¿Vigilancia o Democracia? Irracionalidad de una doctrina que pretende custodiar a Dios

Purgatory

Dejarme seducir por el lenguaje y la nimiedad de algunas palabras que como piezas falsas imitan al buen alfarero es querer atravesar entre el siempre móvil cruce del saber con su afuera. Preguntarme constantemente es la historia de una huida, de poner en paz los pensamientos sobre todo cuando esas interrogantes tienen que ver directamente con los derechos innegociables de la vida de las mujeres.

No hay explicación que pueda dirimir las palabras de los inquisidores y de aquellos que acicalados con sus máximas filosóficas pretenden inundar los sentimientos religiosos de la gente y utilizar la fe para infundir su impronta de despotismo y postizos discursos que no cumplen, ni en las sagradas estancias eclesiásticas.

Acaso no tenemos memoria social o simplemente la perdida de la transparencia es tal que pretenden vendernos una teología política de bolsillos. ¿Quién es que vigila, la jerarquía de la iglesia católica o el pueblo? No es una pregunta coagulada por rabia o resentimientos. Lamento decirles que la memoria me atraviesa y que le puedo dejar un poco de esta tribulación teológica.

Los escucho desde sus pulpitos tratando con el flujo de sus narrativas recrear la imposible fundación de una ciudad virtuosa. Sin embargo, la jerarquía católica bendice a los derrochadores del bien público, ataca a candidatos, recordando el caso especifico de Peña Gómez; coarta la libertad de cultos, como el ataque a los líderes de la comunidad evangélica por haber demandado a la Asamblea Revisora de la Constitución por el pleno derecho de querer ser incluidos en los privilegios que sólo detenta la iglesia católica. Y siguiendo el desasosiego consta que grupos conservadores de la iglesia católica han bendecido a protagonistas que han dilapidado el patrimonio común de los y las dominicanas.

Hoy son las mujeres y sus derechos reproductivos lo que está en juego. Pueden ustedes con sus vestimentas sagradas imponer una custodia a nuestros úteros, a partir del miedo y la presión a los /as asambleístas. ¿Creen ustedes en la democracia? O simplemente vigilar y castigar es la clave de su teología. Recuerden, la vigilancia es una herramienta que se ha utilizado en muchos regímenes dictatoriales para infundir miedo. Bajo estándares democráticos es dificultoso implementar una política del miedo. Y si estamos bajo el amparo democrático, los y las asambleístas desoirán a los centinelas que los acosan bajo irracionalidades teológicas despóticas.

El artículo 30 del proyecto de reforma constitucional dispone el respecto a la vida desde la concepción hasta la muerte, y tal como está redactado viola el derecho a la vida de las mujeres. Este artículo fortalece el miedo y crea falso dilema de seguridad y de derechos humanos. Los/as médicos/as no pueden estar censurados, disponen de un protocolo para salvar vidas, las mujeres tienen el derecho a decidir sobre el uso de anticonceptivos como el DIU, la partilla del día después, el derecho a la fertilización asistidas, entre otros. Hoy no aceptamos el rediseño de ese nuevo contrato social que sustenta el control reproductivos de las mujeres, acaso es la jerarquía católica, la que dispone de la custodia de Dios.